El libro de Urantia.
Estamos viviendo unos tiempos en los que el mundo necesita unas verdaderas enseñanzas que lo acerquen de corazón al Dios amoroso del cielo. Esas enseñanzas fueron dadas por nuestro señor Jesucristo, el pastor excelente. El mundo realmente necesita realmente un renacer de sus enseñanzas puras dadoras de vida por la eternidad. De seguro el objetivo de este blog será enseñar lo mejor posible y de una manera entendible las enseñanzas de Jesucristo: “el camino, la verdad y la vida, nadie va al Padre sino por el”.
Jesucristo, el buen pastor
Juan 10:7-18
Reina-Valera 1960 (RVR1960)
Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas. Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen, así como el Padre me conoce, y yo conozco al Padre; y pongo mi vida por las ovejas. También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.